Aspersión

El sistema de aspersión consiste en la proyección del líquido de desengrase hacia la superficie de las piezas a limpiar. La presión con la cual se realiza la aspersión es un factor importante para el desengrase. Cuanta más elevada sea la presión ejercida, mayor serán las fuerzas mecánicas que actuarán sobre la superficie de las piezas y en consecuencia se obtendrá un mayor grado de limpieza. Existen sistemas de aspersión móviles que permiten, por ejemplo, el desengrase especialmente de piezas de grandes dimensiones. La aplicación de estos sistemas debe realizarse en lugares (semi)cerrados para prevenir la contaminación de otras zonas adyacentes además de contar con un sistema de extracción adecuada. Obviamente, el operario debe disponer del equipo de protección necesaria según las características toxicológicas del producto de desengrase.

Asimismo, existen instalaciones de aspersión automatizadas con varias etapas de limpieza que incluso pueden incluir las fases de enjuague y secado. Para el secado existen equipos que utilizan la autoclave en vacío. Mediante el vacío se consigue disminuir la temperatura de ebullición, permitiendo una evaporación rápida de los líquidos residuales en las piezas.

Se pueden distinguir dos tipos de sistema de aspersión:

  • Aspersión a vapor

    La disolución de desengrase es inyectada en una corriente de vapor a alta presión y proyectada sobre la pieza a limpiar.

  • Aspersión con líquido

    La disolución de desengrase es proyectado sobre la pieza con un caudal elevado y con una presión relativamente baja.