Disoluciones bacterianas

Las disoluciones bacterianas, son de reciente utilización. Consisten en una mezcla de surfactantes y microorganismos que tienen la capacidad de descomponer la grasa y el aceite. El proceso de desengrase consta de dos fases1. Primero, los surfactantes actúan desprendiendo el aceite y la grasa adheridos a la superficie y los emulsionan. Posteriormente, las bacterias consumen estas micro-partículas. Este proceso es en principio autorregulable puesto que la actividad microbacteriana se ajusta a la cantidad de aceite y grasa presente en la disolución. Es necesario mantener la disolución en condiciones óptimas para las bacterias, es decir, a una determinada temperatura constante y con presencia de suficiente cantidad de oxígeno.

La utilización de estas disoluciones se realiza principalmente en las instalaciones de trabajo para la limpieza manual como se muestra en la figura 1 con la incorporación al tanque de un sistema de calentamiento y oxigenación.

 

Figura 1: Instalación de trabajo para la limpieza manual

Además de los riesgos relacionados con el desengrase manual, hay que añadir otro riesgo laboral: la exposición a los microorganismos. Un estudio sobre este tema concluye que en estas disoluciones bacterianas puede haber microorganismos potencialmente peligrosos para los trabajadores y, por lo tanto, recomiendan el uso de protección ocular y guantes. Asimismo, las heridas deben estar protegidas y se deben tomar medidas higiénicas tales como lavarse las manos después de haberse quitado las gafas, antes de comer, fumar, y antes y después de ir al baño.

Bibliografía

  1. Boucher D, Laffaire JB, Jaziri F, David C, Biderre-Petit C, Duquenne P, Peyretaillade E, Peyret P. Bacterial Community Composition of Biological Degreasing Systems and Health Risk Assessment for Workers. Microb Ecol. 2011 Jun 23